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"Si estás presenciando desastres naturales y levantamiento de naciones, significa que tú te quedaste y serás testigo de varios o quizás de todos los juicios que viene después del arrebatamiento de la iglesia de Cristo. Todos son catastróficos." La profesía se ha cumplido, los ejercitos de todos los clanes han quedado disminuidos y la antigua reina de los condenados ha vuelto a la vida. El Dios cristiano ha llevado a cabo el arrebatamiento de la Iglesia de Cristo quedando en la tierra quienes no han creído o no han querido obedecer. Se ha levantado de entre los humanos el anticristo, guiando a los suyos a un nuevo mundo. Las alianzas se han destruido dejando a más de un clan completamente solo en la batalla. ¿Serán capaces de sobrevivir a esta nueva realidad?
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[Ángel] Song Victoria
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[Ángel] Song Victoria
Victoria Song
Victoria
► Nombre completo:Song Qian
► Toria,Poporia, Vicky:
► Edad:18 años
► Nacionalidad:China
► Orientación sexual:-
► Raza:Ángel
► Toria,Poporia, Vicky:
► Edad:18 años
► Nacionalidad:China
► Orientación sexual:-
► Raza:Ángel
Descripción psicológica
Se podría decir que Victoria es una persona de carácter constante con una que otra variabilidad.
Generalmente la tranquilidad es una característica esencial en ella. Dotada de una paciencia inagotable tanto como su bondad incondicional. Es capaz de brindar cualquier tipo de ayuda sin esperar ninguna retribución de eso porque disfruta el hacerlo y lo hace porque le nace desde el corazón. La benevolencia suya es, tal vez, otra de sus características fundamentales con las que cualquier persona la reconocería, pues, puedes ser su peor enemigo o haberla lastimado demasiado pero siempre te brindara una mano amiga si la necesitas, lo que no significa que te perdone, pero es más del tipo de persona que entierra ese tipo de cosas en el olvido recordándolas de vez en cuando para alejarse de aquellas personas. No es para nada rencorosa pero si tiene un fuerte instinto de la justicia que la vuelve testaruda cuando ve que se infracta reglas o se está abusando de una persona. Apasionada en todo lo que se proponga y, no le importa cuánto tiempo le tome, a la larga o a la corta termina teniendo lo que quiere. La constancia es una de sus armas junto a su fuerza de voluntad. Una vez que empieza algo, lo termina a como dé lugar. Es habitual verla con una sonrisa risueña en plasmada en los labios, siempre trata de comenzar el día de la mejor manera disfrutando de “Robarle” sonrisas a los demás con alguna niñería que hace para levantarle el ánimo. Rara vez se le vera triste ya que sabe disimularla bien como a su mal humor. Tiene gran esperanza y fe en sí misma, después de todo, ella cree que uno mismo es quien forja su propio destino y lo que quiere ser en la vida, que si uno lo quiere, lo puede lograr. Cuenta con una responsabilidad intachable y ternura fácil de contagiar a los demás, sobre todo, cuando recién se levanta con su pijama de camisa blanca larga, short con un osito detrás de la espalda. Una tumba a lo que respecta cuando se le cuenta un secreto, persona de fiar que te lo demostrara cada vez que sea necesario y con frecuencia.
En el ámbito de sus conocidos es ruidosa, carismática y graciosa. Ama entablar cualquier tipo de conversación con los temas más diversos yendo desde la jardinería a lo político con una fluidez en las palabras que le facilita el habla a cualquier persona con la que esté hablando. Si te tiene aprecio, lo demostrara en todas las formas habidas por haber, desde tiernas caricias hasta desayunos preparados en abundancias y llevados a la cama. Totalmente serviciar dispuesta en cualquier ocasión a cualquier cosa que se le pida, siempre y cuando, no este bastante ocupada con algo de mayor importancia. Es espontanea capas de decir lo que piensa si esta en confianza. Buena escuchando a los demás brindándoles atención y la calidez de sus palabras compresivas.
En el ámbito desconocido es sumamente reservada, atenta a cualquier mínimo cambio a su alrededor estudiando tanto un objeto como a una persona. Callada, solo contesta lo justo y lo necesario con una educación y respeto impecables hacia sus mayores y semejantes, pues, ella considera que nadie es más o menos que nadie y todos se merecen respeto mutuo. No es fanática de los grupos, es una joven de “muchos conocidos pero pocos amigos”, tiene preferencia por lo reducido y no lo abundante, “mejor pocos y buenos y no muchos y malos” suele decir cuando se le pregunta por su aislamiento, si bien no le gusta la soledad, pero prefiere eso antes que a la angustia. Es de concentrarse en sus cosas sin prestarle demasiada atención a lo ajeno, mucho menos a las conversaciones, aun cuando estás la incumben a ella, prefiere ignorarlas por completo evitando futuros pleitos o tensiones. No dará una opinión si sabe que no le corresponde, por más que alguien se la pida, si sabe que no es algo que le incumba, mantendrá sus labios sellados.
En confianza y si es mucha, se abrirá como un abanico desnudando todos sus pensamientos que se cruzan por su cabeza, te hará las confidencia mas intimas y dejara ver sus lagrimas de ser necesario cuando la fragilidad se apodera de ella y necesita de la calidez de un abrazo. Te abrirá hasta las puertas del sutil corazón resguardado recelosamente para que no sea herido. Mostrara su parte débil, aquel como un quebradizo cristal que solo pocos pueden conformarse con observarlo y solo uno llegar a tocarlo, si es que puede alcanzarlo.
En sus días Tristes es habitual verla aislarse, pierde totalmente ese brillo típico de ella cuando está contenta y su sonrisa no es la misma pero, al saber disimularla bastante bien sus penas, pasa desapercibida para cualquier ojo que no la conozca a fondo. En esos días es más probable verla perdida en sus pensamientos o dar largas caminatas en horas irrazonables de noche o muy temprano por la mañana. En el trascurso del día, será capaz de dormirse durante plena clase por el casación y al volver a la soledad descargara sus lágrimas tratando de ver si así la opresión en su pecho provocado por la angustia se mitiga un poco.
En sus días de enojo poco se puede decir porque rara vez se la ve en ese estado, pero de lo contrario, es recomendable no hablarle ni preguntarle absolutamente nada porque es capaz de dirigirte la mirada más fría que menos te imaginas viniendo de ella. Son esos típicos días que cualquier persona tiene y que no se reconoce ni a uno mismo. Aunque no tenga esa intención y lo diga con voz tranquila y delicada, puede lastimarte emocionalmente con el contenido de sus palabras pero nunca levantando la voz.
► Gustos:
»El café acompañado de alguna masita dulce
»Los animales, mas preferentemente los caninos.
»La lluvia
»Los días nublados.
»El viento
»La tranquilidad
»El otoño
»La guitarra
»Cocinar para alguien
»Los cariños
»Que le despeinen el cabello
»La sencillez
»Las fragancias fuertes
»Las sorpresas
► Disgustos:
»Las mentiras
»Los ruidos fuertes
»El granizo
»La gente amarga
»El egocentrismo
»La falta de respeto a cualquier persona
»La falsedad
»Las fragancias florales, sobre todo el olor a rosa le causa dolor de cabeza
»Los pleitos sin sentidos
»Que urgen en su pasado
»Que la presionen
»Que la quieran someter
»Lo monótono
► Manías:
Ayudar a todos
Abrazar al saludar y dar besos en el cuello
Es Agrafobia y claustrofobica
► Fobias y Debilidades:
»Su cuerpo en si
»Los besos y caricias en el cuello
»Las cosquillas
»Lo excitante
»Los cariños
Generalmente la tranquilidad es una característica esencial en ella. Dotada de una paciencia inagotable tanto como su bondad incondicional. Es capaz de brindar cualquier tipo de ayuda sin esperar ninguna retribución de eso porque disfruta el hacerlo y lo hace porque le nace desde el corazón. La benevolencia suya es, tal vez, otra de sus características fundamentales con las que cualquier persona la reconocería, pues, puedes ser su peor enemigo o haberla lastimado demasiado pero siempre te brindara una mano amiga si la necesitas, lo que no significa que te perdone, pero es más del tipo de persona que entierra ese tipo de cosas en el olvido recordándolas de vez en cuando para alejarse de aquellas personas. No es para nada rencorosa pero si tiene un fuerte instinto de la justicia que la vuelve testaruda cuando ve que se infracta reglas o se está abusando de una persona. Apasionada en todo lo que se proponga y, no le importa cuánto tiempo le tome, a la larga o a la corta termina teniendo lo que quiere. La constancia es una de sus armas junto a su fuerza de voluntad. Una vez que empieza algo, lo termina a como dé lugar. Es habitual verla con una sonrisa risueña en plasmada en los labios, siempre trata de comenzar el día de la mejor manera disfrutando de “Robarle” sonrisas a los demás con alguna niñería que hace para levantarle el ánimo. Rara vez se le vera triste ya que sabe disimularla bien como a su mal humor. Tiene gran esperanza y fe en sí misma, después de todo, ella cree que uno mismo es quien forja su propio destino y lo que quiere ser en la vida, que si uno lo quiere, lo puede lograr. Cuenta con una responsabilidad intachable y ternura fácil de contagiar a los demás, sobre todo, cuando recién se levanta con su pijama de camisa blanca larga, short con un osito detrás de la espalda. Una tumba a lo que respecta cuando se le cuenta un secreto, persona de fiar que te lo demostrara cada vez que sea necesario y con frecuencia.
En el ámbito de sus conocidos es ruidosa, carismática y graciosa. Ama entablar cualquier tipo de conversación con los temas más diversos yendo desde la jardinería a lo político con una fluidez en las palabras que le facilita el habla a cualquier persona con la que esté hablando. Si te tiene aprecio, lo demostrara en todas las formas habidas por haber, desde tiernas caricias hasta desayunos preparados en abundancias y llevados a la cama. Totalmente serviciar dispuesta en cualquier ocasión a cualquier cosa que se le pida, siempre y cuando, no este bastante ocupada con algo de mayor importancia. Es espontanea capas de decir lo que piensa si esta en confianza. Buena escuchando a los demás brindándoles atención y la calidez de sus palabras compresivas.
En el ámbito desconocido es sumamente reservada, atenta a cualquier mínimo cambio a su alrededor estudiando tanto un objeto como a una persona. Callada, solo contesta lo justo y lo necesario con una educación y respeto impecables hacia sus mayores y semejantes, pues, ella considera que nadie es más o menos que nadie y todos se merecen respeto mutuo. No es fanática de los grupos, es una joven de “muchos conocidos pero pocos amigos”, tiene preferencia por lo reducido y no lo abundante, “mejor pocos y buenos y no muchos y malos” suele decir cuando se le pregunta por su aislamiento, si bien no le gusta la soledad, pero prefiere eso antes que a la angustia. Es de concentrarse en sus cosas sin prestarle demasiada atención a lo ajeno, mucho menos a las conversaciones, aun cuando estás la incumben a ella, prefiere ignorarlas por completo evitando futuros pleitos o tensiones. No dará una opinión si sabe que no le corresponde, por más que alguien se la pida, si sabe que no es algo que le incumba, mantendrá sus labios sellados.
En confianza y si es mucha, se abrirá como un abanico desnudando todos sus pensamientos que se cruzan por su cabeza, te hará las confidencia mas intimas y dejara ver sus lagrimas de ser necesario cuando la fragilidad se apodera de ella y necesita de la calidez de un abrazo. Te abrirá hasta las puertas del sutil corazón resguardado recelosamente para que no sea herido. Mostrara su parte débil, aquel como un quebradizo cristal que solo pocos pueden conformarse con observarlo y solo uno llegar a tocarlo, si es que puede alcanzarlo.
En sus días Tristes es habitual verla aislarse, pierde totalmente ese brillo típico de ella cuando está contenta y su sonrisa no es la misma pero, al saber disimularla bastante bien sus penas, pasa desapercibida para cualquier ojo que no la conozca a fondo. En esos días es más probable verla perdida en sus pensamientos o dar largas caminatas en horas irrazonables de noche o muy temprano por la mañana. En el trascurso del día, será capaz de dormirse durante plena clase por el casación y al volver a la soledad descargara sus lágrimas tratando de ver si así la opresión en su pecho provocado por la angustia se mitiga un poco.
En sus días de enojo poco se puede decir porque rara vez se la ve en ese estado, pero de lo contrario, es recomendable no hablarle ni preguntarle absolutamente nada porque es capaz de dirigirte la mirada más fría que menos te imaginas viniendo de ella. Son esos típicos días que cualquier persona tiene y que no se reconoce ni a uno mismo. Aunque no tenga esa intención y lo diga con voz tranquila y delicada, puede lastimarte emocionalmente con el contenido de sus palabras pero nunca levantando la voz.
► Gustos:
»El café acompañado de alguna masita dulce
»Los animales, mas preferentemente los caninos.
»La lluvia
»Los días nublados.
»El viento
»La tranquilidad
»El otoño
»La guitarra
»Cocinar para alguien
»Los cariños
»Que le despeinen el cabello
»La sencillez
»Las fragancias fuertes
»Las sorpresas
► Disgustos:
»Las mentiras
»Los ruidos fuertes
»El granizo
»La gente amarga
»El egocentrismo
»La falta de respeto a cualquier persona
»La falsedad
»Las fragancias florales, sobre todo el olor a rosa le causa dolor de cabeza
»Los pleitos sin sentidos
»Que urgen en su pasado
»Que la presionen
»Que la quieran someter
»Lo monótono
► Manías:
Ayudar a todos
Abrazar al saludar y dar besos en el cuello
Es Agrafobia y claustrofobica
► Fobias y Debilidades:
»Su cuerpo en si
»Los besos y caricias en el cuello
»Las cosquillas
»Lo excitante
»Los cariños
Antecedentes Históricos
Para ella, su infancia fue de lo más normal, pero, muy en el fondo de su subconsciente, sabía que algo en la corta vida que hasta el momento tenia le había marcado de por vida, tanto su carácter, como su persona en sí.
Nacía y criada en una familia, o comúnmente llamada “clan” por todos los que los conocían por ser una parentela donde cada miembro se dedicaba a alguna rama de la medicina, obtuvo pilares de los cuales se guiaría toda su vida en el camino que escogiese tomar, aprendió palabras que le acompañarían durante el resto de su vida. En el tiempo que compartió con sus padres, disfruto de cada momento como si fuera el último, riendo por pequeñeces, viendo todo de la manera más positiva como le enseñaban su padre, queriendo jugar hasta el último minuta que el sol le permitiera hacerlo antes de que escondiera su ultimo rayo detrás del extenso horizonte. Así eran sus días, les sacaba provecho lo más que podía, siempre queriendo que esos días fueran más largos. Muchas veces sus padres le preguntaba porque decía eso, aunque nunca obtuvieron una respuesta de esos pequeños ojos castaños que miraban con atención todo a su alrededor, sin embargo, en cierto año supieron la respuesta, aquella que ni ellos mimos ni sus otros familiares se habían dado y que se dieron cuenta de que aquella niña no era como cualquier otra.
Faltaban solo tres días para festejar su cumpleaños número 5, todos andaban emocionados y a ella le encantaba cuando había fiestas de cumpleaños, aun cuando no eran las suyas, porque podía ayudar a su tía a preparar las tortas y masitas dulces, aun así, en esos días previos no parecía ser ella misma. De pequeña fue una niña tranquila pero divertida que a todos les sacaba una sonrisa con sus cariños o palabras, nunca dejaba de sonreír y pocas veces se la había visto llorar aunque fuese de lágrima fácil, trasmitía calidez y paz su simple presencia, el verla perdida en su mundo imaginario, que cada uno tiene cuando es un niño aun, te generaba ganas de reír y unirte a sus juegos interesantes salidos de su propia imaginación, era el alma de cualquier fiesta, pero ese día, en ese cumpleaños fue distinto. Andaba por toda la casa sola con expresión preocupada en el rostro y una sonrisa fingida que apenas podía tapar la sombra de su tristeza. Los invitados llegaban acumulándose en la mesa del comedor y también se acumulaban las miradas y preguntas a sus progenitores que no sabían dar respuestas al comportamiento de su hija.
Fue la última en sentarse apenas tocando algo del bufet preparado por su tía que generalmente era la única que, con sus comidas, lograba hacerle comer hasta el último bocado en el plato. Perdida en el interior de su cabeza apenas se dio cuenta que cantaban el “Feliz Cumpleaños” y la torta se acercaba en las manos de su padre alumbrada por la luz de las velas en medio de la oscuridad que no tardaron en quedar frente a ella. Inmóvil, las miraba aun terminado el canto de sus familiares que le aplaudían esperando a que las soplara pidiendo sus deseos, esos deseos en los que se había perdido pensando los últimos días, esos deseos, mejor dicho, ese solo deseo que anhelaba con el alma. El brillo de las diminutas llamas se reflejaban en las lágrimas que inundaron sus ojos antes de desbordarse recorriendo las mejillas sonrojadas y morir en sus labios temblorosos contenedores impetuosos del llanto retenido en su garganta como un nudo ya casi insoportable para la pequeña que solo lo dejo escapar cuando ya no lo aguanto más.
-Mi…mi…deseo….es que…..podamos seguir juntos…- tartamudeaba entre los sollozos a sus padres que guardaron silencio al igual que todos los demás presentes. Esa sola oración fue suficiente para hacerles entender todo. Esa pequeña niña, Victoria, había llegado a una conclusión para nada herrada de lo que pronto iba a suceder por más de que le trataran de calmar diciéndole que no sucedería jamás, era consciente del cambio que pronto iba a sufrir su corta vida y que los días ya no serian igual que antes y era por ello que siempre les quería sacar provecho. Victoria desde la semana anterior a su cumpleaños sabia que su madre había conseguido nuevamente trabajo como paramédica en otro hospital y estaría prácticamente todo el día fuera de su casa por los extensos turnos y su padre, al trabajar de bioquímico para una empresa farmacéutica que le hacía viajar a menudo por tiempos prolongados, no quedaba nadie quien se hiciese cargo de ella. Esa noticia condujo a varias discusiones entre sus progenitores, su padre estaba en desacuerdo con que una niña quedara sola o con una niñera pero su madre estaba decidida a volver a ser “independiente de él”. Empezaba a sumar las largas charlas de noches, los largos días en silencios y las ausencias de cariños suplantadas por la indiferencia. Todo eso a lo cual también se le sumaba la pronta ausencia de atención a ella, esa atención paternal suplantada por la de una total desconocida que “La cuidaba” aunque en realidad ella se valía por si misma mientras la niñera miraba tele o hablaba por teléfono largas horas mientras su padre viajaba y su madre se quedaba en el hospital toda la noche. A la edad de 5 años aprendió la palabra “independiente”. No paso demasiado tiempo hasta que aprendió la siguiente.
Fue después de que cumpliera 6 años que aprendió la dolorosa palabra de la “separación”. A pesar de haber puesto todo el esfuerzo posible, las cosas no resultaron de la manera planeada haciendo realidad el resultado provisto por su hija hacia ya un año atrás. Cierto día Victoria entro a la habitación de sus padres con la intención de averiguar porque su padre, apenas llegado de viaje, se había vuelto a ir llevando con él las maletas hechas. Su madre solo negaba con la cabeza sus preguntas antes de darle la noticia de la actual situación y avisarle que se alistara para salir a pasear. Y, tal cual le habían dicho, ese mismo día llegando al atardecer su padre le vino a buscar llevándola sola a ella a la heladería y explicarle todo bien detallado, del porque las cosas habían cambiado, de que las personas cambian, de que el se iría y no podía llevarla pero que la visitaría siempre que pudiera. Mientras él hablaba, Victoria lo mira asintiendo guardándose para sí misma algunas palabras al ser sentenciada a las decisiones de ellos sin preguntarle lo que ella quería. Rezo para que esas horas no se acabaran pero terminaron más rápido de lo que ella podía querer, la devolvió a su madre y antes de irse se despidió de ella en un fuerte abrazo cargado de emociones y lagrimas donde aprendió otra dos palabras, “Adiós” y “Promesa”.
Los primeros meses le costó acostumbrarse, lloraba en silencio por los rincones de su casa antes de que tuvieran que mudarse de allí al no poder mantenerla con el salario que le pagaban a su madre y después de año y medio se precipitarían varios acontecimientos más. Victoria se manejaba sola, se preparaba el desayuno antes de irse al colegio a cuadras del departamento y al volver se hacia la merienda o pedía comida hecha en la noche cuando su madre le avisaba que no llegaría a casa esa misma noche. Generalmente su tía, hermana de su madre, le llevaba de comer en sus visitas cuando se hacia un tiempo, aunque fuese de 2 minutos, para alimentarla de manera correcta y verificar que todo estuviese bien. En esos momentos, Victoria desbordaba felicidad por esas atenciones por más mínimas que fuesen, le encantaba poder hablar y tener alguien a quien contarle o mostrarle su libreta de calificaciones, de tener alguien que le diera un abraso felicitándola, le fascinaba la idea de no sentir tanta soledad por un momento. Esa mujer comenzaba a ser una figura materna, como una madre del alma para la pequeña de ahora de 8 años que le contaba de sus aspiraciones a estudiar medicina aun en su corta edad, esa figura que termino por tomarla como a una hija cuando esta decidió llevársela a vivir consigo luego de que Victoria se enfermara el estomago por intoxicación y su madre apenas la fue a ver cuando estaba internada en el mismo hospital en el cual trabajaba. Apenas escucho la pequeña discusión del otro lado de la puerta de la sala blanca y esterilizada donde permanecía recostada y junto a ella un trípode en el que colgaba una bolsita trasparente de suero que iba bajando a lo largo de una fina manguera hasta llegar a la aguja introducida en su brazo. Solo fue un momento y después entro su tía, solo sonreía ante las preguntas de Victoria y sus gesto cuando le retiraban el catete al darle de alta. Ella se le acerco para ponerle las zapatillas por más que Victoria se quejara de que ya no era una niña, fue en ese entonces que vio el rostro enojado de la mayor por primera vez “-Eres una niña y necesitas quien te cuide. No puedes estar sola-“ la seriedad de sus palabras hicieron que Victoria guardara silencio de inmediato apretando sus finos labios melocotón reteniendo las palabras preguntándose varias cosas. Porque no podía decidir ella lo que podía o no hacer? Porque tenían que imponer las condiciones de sus vidas? Porque no poda ella elegir lo que era mejor para ella? Sabía perfectamente la respuesta a todas ellas, no podía porque ella era una “Niña” todavía. Porque tenía una madre que tomaba “Decisiones”, otra palabra aprendida mientras veía su ropa en pequeños bolsos en el suelo y lloraba su mama pidiéndole perdón, pero, algo en el interior de la pequeña sentía que la boca de esa mujer derrochaba algo de mentira. Victoria no lloro, no dijo una palabra, no pregunto, solo miro y sonrió “-Espero que ahora mami pueda ser feliz-“ musito en un tono de voz tan bajo apenas audible para quien estaba a su lado manejando el BMW sobre la ruta en dirección al aeropuerto donde tomarían una avión hacia el exterior, camino a su nuevo hogar, esa quien que había sido tomada por sorpresa por los deseos tan sinceros a pesar de la actual situación de la copilota que dibujaba sobre la ventana empañada un circulo al que le agregaba ojos y una sonrisa amplia.
Aquello fue lo que más podía recordar de su infancia, cambio de escuela para darle mayor comedida su nueva tutora, paso los próximos cumpleaños solo con ella los primeros dos años y luego comenzó a recibir llamadas de su padre que duraban prolongadas horas. Así transcurrió el resto de su niñez, se dedicaba al estudio para no retrasarse ningún año asegurándose de que pronto podría hacer su sueño realidad, ese sueño consistía en estudiar lo mismo que su madre, ese sueño que guardaba más secretos que solo seguir la tradición familiar, ese secreto o pensamiento que tenia Victoria, de que con aquello tal vez pudiera entender un poco más a su madre y las razones por la cual la había abandonado. Durante la etapa escolar, al comenzar un nuevo periodo y etapa en su vida, la adolescencia, descubrió el significado de la “Falsedad” y “Traición”, esas dos palabras las cuales sembraron aflicción en el corazón de Victoria dejando la sobra del miedo por pasar de nuevo por ello. Esas compañeras que se hacían llamar amigas solo cuando se avecinaban los exámenes, cuando había que hacer un trabajo para alguna materia difícil, cuando necesitaban alguien que hiciera las cosas por ella después de clases, y Victoria, con su inocencia no se daba cuenta. Siempre llegaba a casa con una sonrisa amplia y le contaba todo a su tía que día a día se preocupaba por la ingenuidad de su sobrina, de que saliera lastimada pero ella no podía hacer nada, solo le advertía y dejaba que lo demás pasara por cuenta propia; no porque no la quisiera, sino porque sabía que la joven pronto se iría a estudiar lejos donde no podría cuidarla y quería saber si sería capaz de enfrentar las cosas por ella misma. Pero esa preocupación iba en incremento al ver las malas influencias visibles en su sobrina que planteaba día a día la idea de ir a estudiar junta a esas ‘amigas’, las había invitado en varias ocasiones a su casa y de allí su tía se dio cuenta de que debía intervenir viendo que tal vez su sobrina saliera mas herida de lo que había estado de niña; se le advirtió nuevamente aunque esta lo interpreto de otra manera, como si quisiese privarle de tener amistades cuando era todo lo contrario. No obstante, apenas basto una salida de noche a una fiesta para caer en la cuenta, para descubrir la crueldad que la gente podría llegar a tener. Al llegar a la misma, se sentía emocionada y un tanto avergonzada por la vestimenta que vestía su cuerpo apenas cubriéndolo, un vestido negro de satén negro que realzaba delineando las curvas de su cintura. No se daba cuenta pero robaba varias mirada hasta de las mismas chicas cuando ella pasaba frente a ellos, estaba acostumbrados a verla vestida de una manera más conservadora y esa nueva aparición parecía gustarle a varios, hasta el chico que le parecía lindo. El se le había acercado para hablarle, asistían juntos a la misma clase y parecía ser alguien encantador y bastante distinto a como era habitualmente en el colegio. A Victoria siempre le había llamado la atención y hasta en ocasiones llegaba a creer que eran iguales en ciertos sentidos. Una vez llego a confesarle a una de sus amigas que le parecía encantador y que tal vez le gustaba, aunque sea solo un poquito, pero esta solo le miro con recelo y le espeto que no soñara porque jamás podría ser cercana a él. Pero, lo estaba siendo, manteniendo una charla entre superficial y algo intima allí sentados en el sillón, se sorprendía ambos de ver la facilidad con la que hablaban diversos temas y reían satisfechos el uno con el otro, aunque no todas sentían lo mismo. Sin esperarlo, Victoria pronto sintió algo frio recorrerle por el cabello bajando por el cuello escurriéndose tanto por su espalda como su pecho y sintiendo la elides del hielo impactar primero con su cabeza y luego al piso. Se encogió de hombros levantando apenas las palmas de las manos sin saber que ocurría viendo la cara del chico que le acompañaba con una mezcla se sorpresa y algo de enojo al desviar la vista hacia su costado,Victoria prosiguió a seguirla y vio a una de las chica con las que se juntaba sostener un vaso y riendo. La humillación que sintió en ese momento era espantosa, tenía ganas de llorar o decirle algo pero guardo silencio levantándose como si nada hubiese pasado frente a quien le había agredido, la chica se hiso un paso atrás cubriéndose con las manos como atajando un próximo golpee y Victoria se dio cuenta de aquello”- No soy de tu misma calumnia-“ le dijo con una sonrisa mientras alzaba las manos y tomaba su cabello para quitárselo de la cara y llevárselo hacia atrás al dar un paso hacia delante abriéndose paso entre todos los invitados para salir de aquella casa oyendo los insultos de la otra persona indignada por la indiferencia con la que había sido tratada, pero Victoria no se rebajaría a semejante nivel. Atino a llamar a su tía pidiéndole que la pasara a buscar y cuando llego, no pregunto nada al verla mojada por más que la joven lloraba bajo.
Desde allí aprendió lo que significaba las “Consecuencias”, aunque también aprendió la del “carácter” cuando se impuso haciéndose escuchar frente a los presente al otro día en su clase cuando las arpías se le acercaron para ‘disculparse’. Ahora no dejaría que se aprovecharan de ella nunca más, iba a imponerse de ser necesario, se había hartado de que le vivieran usando para la conveniencia propia de cada uno que se le acercaba; uno solo era la excepción y era su nuevo amigo, aquel al que dejo de ver como alguien a quien admiraba a lo lejos. Con el paso bastante lindo momentos, le invito a pasar las tardes en su casa cuando supo que le gustaba los espacios verdes, y parecía su tía ser una especie de cómplice que trataba a menudo ponerlos en situaciones un tanto vergonzosas pero en las que reían los tres sin parar. En esas cortas semanas no se separaban casi nunca, mientras ella pasaba su tiempo estudiando en la biblioteca para rendir la prueba de entrada a una academia en la que habían asistido la mayoría de sus parientes y en la cual para ir a estudiar veterinaria, él le hacía compañía sentándose en frente escuchando música con sus auriculares para no molestarla. Cuando la muchacha levantaba la vista mirándolo de reojo, sonreía internamente sintiendo por primera vez que la suerte le sonreía, o eso creyó hasta un día que al volver a su hogar se encontró con una presencia para ella casi olvidada, una entidad a la cual desconocía por el paso de los años. Al abrir la puerta y verla de espalda no la reconoció, su cabellos castaño como el suyo solo que este dejaba el delgado cuello al descubierto, la pálida piel con apenas alguna que otra línea en el rostro muestra del paso del tiempo visible ahora que se volvía a ella parándose al lado de la mesa tapándose la boca con una mano con ojos empañados. Victoria quedo petrificada en el lugar mirándola, a su madre, ahora que la reconocía y se daba cuenta de que venía acompañada por un hombre de rasgos faciales rigurosos e inflexibles. A pesar del abrazo fuerte que la mujer le daba, ella no sentía calidez alguna, estaba totalmente ida al escucharla pedir perdón y una vez más, solo sintió que esas palabras no eran del todo sinceras. Se sentó al lado de su tía junto a todos, había dos niños que jugaban alrededor de la mesa y una niña que lloraba para que la tomaran en brazos, al alzarla fue sentada en el regazo donde se quedo quieta mientras le secaban las lágrimas haciéndole cariños y ella reía risueñas por las cosquillas. Su madre la presento mientras le daba un fuerte abrazo y prosiguió con los otros niños. Los tres solo se llevaban un año, el más grande de 12 y la más chica de 10 años. La tutora de Victoria miraba el cómo observaba con ojos vacios a la más pequeña temiendo por lo que ella estuviese guardándose en su interior.
Que podía sentir en ese momento? Rabia, celos, enojó, tal vez… ganas de gritar, ganas de decir porque no había sido así con ella, ganas de retrucarle a su madre todo lo que No había hecho? Sería lo más lógico que cualquier persona haría, pero la lógica de Victoria era totalmente distinta a la de cualquier persona. En su pecho se mezclaban sentimientos de nostalgia de su niñez y los momentos felices, algo de melancolía con felicidad por aquella niña que ahora se paraba frente a ella y le tiraba de la camisa del colegio, estaba contenta por ella, no le deseaba absolutamente a nadie que pasara por lo que ella paso. Tomo de su muñeca la pulsera que la niña miraba con atención y se la regalo. Una sonrisa llena de satisfacción se formo en los rostros de ambas y vio como volvía corriendo a los brazos maternales para mostrar la nueva adquisición, un regalo de su hermanastra a la cual recién conocía y parecía querer. La mujer la miro a la niña y luego a Victoria sonriendo ampliamente”- Que bueno que te lleve bien, teníamos que no lo hicieras-“hiso una pausa al respirar y tomar la mano del marido sentado al costado derecho de la mujer que ahora se dirigía única y exclusivamente a ella. Antes había estado discutiendo con su hermana sobre sus estudios aunque en esos momentos estaba más concentrado en sus propios sentires sin prestarle atención al resto de las personas. Victoria no pudo evitar el enarcar una ceja ante lo que decía”- Porque no me llevaría bien?-“ pregunto y al parecer la tomaron como algo tan insignificante que ni se tomaron la molestia de contestarlo, o no querían hacerlo. Guardo silencio hasta cierto punto, cuando se empezó a tocar el tema de no ‘deseaban’ que fuera a la academia interrumpió la conversación de manera educada”- perdona, pero voy a ir a estudiar allí-“objeto en tono cordial a pesar de estar contradiciendo a su progenitora. Esta se le quedo mirando un corto tiempo antes de dar respuesta”-Vicky vine a buscarte y si vas a vivir bajo mi techo deberás adaptarte a las reglas, no puedes simpl…-“ “-Acaso dije algo que insinuara tal cosa? Como has dicho, si voy a vivir a tu casa debería hacerlo, pero como no sucederá, no hay nada que discutir sobre la educación que decida tomar-“apoyo los brazos sobre la mesa de tal forma que uno quedo paralelo a su pecho y el otro solo encimada el codo sobre la mesa como soporte que sostenía a su cabeza acunada en su mano. El silencio se prolongo un poco, casi eternos para las miradas que se cruzaban fugitivamente entre todos, apenas roto por las risas lejanas de los pequeños que jugaban en el jardín.”- Hija, su tu madre y harás lo que yo te diga-“levantaba la voz a medida que veía su hija inmóvil sin inmutarse en sus palabras y negar con la cabeza”- mi madre, es ella-“declaro alzando la mano derecha hacia su tía señalándola con el dedo índice. Esa mujer sonreía satisfactoriamente y orgullosa de su sobrina. “- No, ella es tu tía, mi hermana, yo soy tu madre y vine a buscarte para que vivamos juntas como corresponde!-“ Su verdadera madre comenzaba a levantar aun más la voz y la menor se irguió en la silla de golpee clavándole la mirada hasta que esta callo, solo entonces la joven prosiguió a hablar”- una madre es la que te cría, te agradezco que me hayas dado la vida pero nada más, lo hubieras pensado cuando tenía 6 años si querías que viviéramos juntas, has hecho y deshecho a tu gusto pero ahora no mama, esta vez no-“ negó con la cabeza levantándose con suavidad del asiento”- Pero pero…hija, quería lo mejor para vos…perdona…-“ en ello Victoria sintió algo de hipocresía por parte de su madre pero prefería ver a los niños jugando por la ventana antes que a ella.”-y tengo lo mejor-“apoyo la mano sobre el hombro de su madre del alma, quien la había brindado todo el amor incondicional que podía. La joven seguía mirando atreves del cristal sin suprimir una sonrisa amplia que dejaba a la vista sus dientes blancos al ver la niña imitando a una princesa al aparecer y sus hermanos ser sus caballeros”- Estoy, de verdad contenta de que ahora seas más feliz que antes…-“ comenzó a hablar nuevamente volteándose en dirección a su madre que desbordaba le lágrimas y caricias en la espalda de un brazo acogedor de su nuevo marido”- Solo te pido de que no le hagas pasar lo mismo que a mí, es lo único que te pido como tu hija…-“ termino sin dejar de sonreír al despedirse con una corta venia y retirarse a su habitación con sentimientos encontrados nuevamente. En ese día, aprendió la palabra de la “Madurez”.
Al cabo de dos días, se presento tal cual había dicho a rendir la prueba de ingreso, apenas tuvo que soportas 5 días de ansiedad hasta que llego la notificación de ‘Aprobación’. La inquietud de la ansiedad no la dejaba dormir, durante esos dos días previos antes de que se fuera de su hogar para comenzar una nueva etapa de su vida, la emoción y felicidad la llenaban de júbilo. Su padre venia, hacia un viaje para poder verla y llevarla a en su primer día. Iba a ser la primera vez después de años que lo volviera a ver, su madre también quería asistir así que decidieron quedar de acuerdo para viajar los tres juntos en el auto de ella hasta llegar al aeropuerto. Su tía no paraba de decirle que le escribiera, que se cuidara, le hacía listas interminables de cosas que podía tomar en ocasión que sintiera los más absurdos síntomas que uno se podía imaginar. Le armaba las maletas indicándole donde estaba cada cosa y la perseguía a todos lados diciéndole de los lugares favoritos de la academia cuando ella estaba allí. Aquello llenaba de ternura a Victoria que reía en más de una ocasiones al ver su tía roja de vergüenza cuando se daba cuenta que dé estaba hablando demasiado. Esos días fueron hermoso y pasaron volando, casi creía que hubiese sido ayer que había ido a dar la prueba.
Estaba fresco el ambiente, húmedo y con una neblina densa que apenas permitía verte la punta de la nariz, guardaban las ultimas cosas cuando ella se despedía con un gran abrazo y lagrimas de los ojos de su tutora antes de introducirse dentro de la cabina trasera del auto. Miro a sus padres delante, al volante a su padre y de copiloto a su madre, los tres sonreían y ella sintió que volvía a ser una familia, guardaría cada detalle de ese día, desde la canción que iban cantando hasta en el momento donde todo se vio envuelto de oscuridad y un ruido ensordecedor.
► Familiares:Padres, hermanos
► Prueba de Clan:
Nacía y criada en una familia, o comúnmente llamada “clan” por todos los que los conocían por ser una parentela donde cada miembro se dedicaba a alguna rama de la medicina, obtuvo pilares de los cuales se guiaría toda su vida en el camino que escogiese tomar, aprendió palabras que le acompañarían durante el resto de su vida. En el tiempo que compartió con sus padres, disfruto de cada momento como si fuera el último, riendo por pequeñeces, viendo todo de la manera más positiva como le enseñaban su padre, queriendo jugar hasta el último minuta que el sol le permitiera hacerlo antes de que escondiera su ultimo rayo detrás del extenso horizonte. Así eran sus días, les sacaba provecho lo más que podía, siempre queriendo que esos días fueran más largos. Muchas veces sus padres le preguntaba porque decía eso, aunque nunca obtuvieron una respuesta de esos pequeños ojos castaños que miraban con atención todo a su alrededor, sin embargo, en cierto año supieron la respuesta, aquella que ni ellos mimos ni sus otros familiares se habían dado y que se dieron cuenta de que aquella niña no era como cualquier otra.
Faltaban solo tres días para festejar su cumpleaños número 5, todos andaban emocionados y a ella le encantaba cuando había fiestas de cumpleaños, aun cuando no eran las suyas, porque podía ayudar a su tía a preparar las tortas y masitas dulces, aun así, en esos días previos no parecía ser ella misma. De pequeña fue una niña tranquila pero divertida que a todos les sacaba una sonrisa con sus cariños o palabras, nunca dejaba de sonreír y pocas veces se la había visto llorar aunque fuese de lágrima fácil, trasmitía calidez y paz su simple presencia, el verla perdida en su mundo imaginario, que cada uno tiene cuando es un niño aun, te generaba ganas de reír y unirte a sus juegos interesantes salidos de su propia imaginación, era el alma de cualquier fiesta, pero ese día, en ese cumpleaños fue distinto. Andaba por toda la casa sola con expresión preocupada en el rostro y una sonrisa fingida que apenas podía tapar la sombra de su tristeza. Los invitados llegaban acumulándose en la mesa del comedor y también se acumulaban las miradas y preguntas a sus progenitores que no sabían dar respuestas al comportamiento de su hija.
Fue la última en sentarse apenas tocando algo del bufet preparado por su tía que generalmente era la única que, con sus comidas, lograba hacerle comer hasta el último bocado en el plato. Perdida en el interior de su cabeza apenas se dio cuenta que cantaban el “Feliz Cumpleaños” y la torta se acercaba en las manos de su padre alumbrada por la luz de las velas en medio de la oscuridad que no tardaron en quedar frente a ella. Inmóvil, las miraba aun terminado el canto de sus familiares que le aplaudían esperando a que las soplara pidiendo sus deseos, esos deseos en los que se había perdido pensando los últimos días, esos deseos, mejor dicho, ese solo deseo que anhelaba con el alma. El brillo de las diminutas llamas se reflejaban en las lágrimas que inundaron sus ojos antes de desbordarse recorriendo las mejillas sonrojadas y morir en sus labios temblorosos contenedores impetuosos del llanto retenido en su garganta como un nudo ya casi insoportable para la pequeña que solo lo dejo escapar cuando ya no lo aguanto más.
-Mi…mi…deseo….es que…..podamos seguir juntos…- tartamudeaba entre los sollozos a sus padres que guardaron silencio al igual que todos los demás presentes. Esa sola oración fue suficiente para hacerles entender todo. Esa pequeña niña, Victoria, había llegado a una conclusión para nada herrada de lo que pronto iba a suceder por más de que le trataran de calmar diciéndole que no sucedería jamás, era consciente del cambio que pronto iba a sufrir su corta vida y que los días ya no serian igual que antes y era por ello que siempre les quería sacar provecho. Victoria desde la semana anterior a su cumpleaños sabia que su madre había conseguido nuevamente trabajo como paramédica en otro hospital y estaría prácticamente todo el día fuera de su casa por los extensos turnos y su padre, al trabajar de bioquímico para una empresa farmacéutica que le hacía viajar a menudo por tiempos prolongados, no quedaba nadie quien se hiciese cargo de ella. Esa noticia condujo a varias discusiones entre sus progenitores, su padre estaba en desacuerdo con que una niña quedara sola o con una niñera pero su madre estaba decidida a volver a ser “independiente de él”. Empezaba a sumar las largas charlas de noches, los largos días en silencios y las ausencias de cariños suplantadas por la indiferencia. Todo eso a lo cual también se le sumaba la pronta ausencia de atención a ella, esa atención paternal suplantada por la de una total desconocida que “La cuidaba” aunque en realidad ella se valía por si misma mientras la niñera miraba tele o hablaba por teléfono largas horas mientras su padre viajaba y su madre se quedaba en el hospital toda la noche. A la edad de 5 años aprendió la palabra “independiente”. No paso demasiado tiempo hasta que aprendió la siguiente.
Fue después de que cumpliera 6 años que aprendió la dolorosa palabra de la “separación”. A pesar de haber puesto todo el esfuerzo posible, las cosas no resultaron de la manera planeada haciendo realidad el resultado provisto por su hija hacia ya un año atrás. Cierto día Victoria entro a la habitación de sus padres con la intención de averiguar porque su padre, apenas llegado de viaje, se había vuelto a ir llevando con él las maletas hechas. Su madre solo negaba con la cabeza sus preguntas antes de darle la noticia de la actual situación y avisarle que se alistara para salir a pasear. Y, tal cual le habían dicho, ese mismo día llegando al atardecer su padre le vino a buscar llevándola sola a ella a la heladería y explicarle todo bien detallado, del porque las cosas habían cambiado, de que las personas cambian, de que el se iría y no podía llevarla pero que la visitaría siempre que pudiera. Mientras él hablaba, Victoria lo mira asintiendo guardándose para sí misma algunas palabras al ser sentenciada a las decisiones de ellos sin preguntarle lo que ella quería. Rezo para que esas horas no se acabaran pero terminaron más rápido de lo que ella podía querer, la devolvió a su madre y antes de irse se despidió de ella en un fuerte abrazo cargado de emociones y lagrimas donde aprendió otra dos palabras, “Adiós” y “Promesa”.
Los primeros meses le costó acostumbrarse, lloraba en silencio por los rincones de su casa antes de que tuvieran que mudarse de allí al no poder mantenerla con el salario que le pagaban a su madre y después de año y medio se precipitarían varios acontecimientos más. Victoria se manejaba sola, se preparaba el desayuno antes de irse al colegio a cuadras del departamento y al volver se hacia la merienda o pedía comida hecha en la noche cuando su madre le avisaba que no llegaría a casa esa misma noche. Generalmente su tía, hermana de su madre, le llevaba de comer en sus visitas cuando se hacia un tiempo, aunque fuese de 2 minutos, para alimentarla de manera correcta y verificar que todo estuviese bien. En esos momentos, Victoria desbordaba felicidad por esas atenciones por más mínimas que fuesen, le encantaba poder hablar y tener alguien a quien contarle o mostrarle su libreta de calificaciones, de tener alguien que le diera un abraso felicitándola, le fascinaba la idea de no sentir tanta soledad por un momento. Esa mujer comenzaba a ser una figura materna, como una madre del alma para la pequeña de ahora de 8 años que le contaba de sus aspiraciones a estudiar medicina aun en su corta edad, esa figura que termino por tomarla como a una hija cuando esta decidió llevársela a vivir consigo luego de que Victoria se enfermara el estomago por intoxicación y su madre apenas la fue a ver cuando estaba internada en el mismo hospital en el cual trabajaba. Apenas escucho la pequeña discusión del otro lado de la puerta de la sala blanca y esterilizada donde permanecía recostada y junto a ella un trípode en el que colgaba una bolsita trasparente de suero que iba bajando a lo largo de una fina manguera hasta llegar a la aguja introducida en su brazo. Solo fue un momento y después entro su tía, solo sonreía ante las preguntas de Victoria y sus gesto cuando le retiraban el catete al darle de alta. Ella se le acerco para ponerle las zapatillas por más que Victoria se quejara de que ya no era una niña, fue en ese entonces que vio el rostro enojado de la mayor por primera vez “-Eres una niña y necesitas quien te cuide. No puedes estar sola-“ la seriedad de sus palabras hicieron que Victoria guardara silencio de inmediato apretando sus finos labios melocotón reteniendo las palabras preguntándose varias cosas. Porque no podía decidir ella lo que podía o no hacer? Porque tenían que imponer las condiciones de sus vidas? Porque no poda ella elegir lo que era mejor para ella? Sabía perfectamente la respuesta a todas ellas, no podía porque ella era una “Niña” todavía. Porque tenía una madre que tomaba “Decisiones”, otra palabra aprendida mientras veía su ropa en pequeños bolsos en el suelo y lloraba su mama pidiéndole perdón, pero, algo en el interior de la pequeña sentía que la boca de esa mujer derrochaba algo de mentira. Victoria no lloro, no dijo una palabra, no pregunto, solo miro y sonrió “-Espero que ahora mami pueda ser feliz-“ musito en un tono de voz tan bajo apenas audible para quien estaba a su lado manejando el BMW sobre la ruta en dirección al aeropuerto donde tomarían una avión hacia el exterior, camino a su nuevo hogar, esa quien que había sido tomada por sorpresa por los deseos tan sinceros a pesar de la actual situación de la copilota que dibujaba sobre la ventana empañada un circulo al que le agregaba ojos y una sonrisa amplia.
Aquello fue lo que más podía recordar de su infancia, cambio de escuela para darle mayor comedida su nueva tutora, paso los próximos cumpleaños solo con ella los primeros dos años y luego comenzó a recibir llamadas de su padre que duraban prolongadas horas. Así transcurrió el resto de su niñez, se dedicaba al estudio para no retrasarse ningún año asegurándose de que pronto podría hacer su sueño realidad, ese sueño consistía en estudiar lo mismo que su madre, ese sueño que guardaba más secretos que solo seguir la tradición familiar, ese secreto o pensamiento que tenia Victoria, de que con aquello tal vez pudiera entender un poco más a su madre y las razones por la cual la había abandonado. Durante la etapa escolar, al comenzar un nuevo periodo y etapa en su vida, la adolescencia, descubrió el significado de la “Falsedad” y “Traición”, esas dos palabras las cuales sembraron aflicción en el corazón de Victoria dejando la sobra del miedo por pasar de nuevo por ello. Esas compañeras que se hacían llamar amigas solo cuando se avecinaban los exámenes, cuando había que hacer un trabajo para alguna materia difícil, cuando necesitaban alguien que hiciera las cosas por ella después de clases, y Victoria, con su inocencia no se daba cuenta. Siempre llegaba a casa con una sonrisa amplia y le contaba todo a su tía que día a día se preocupaba por la ingenuidad de su sobrina, de que saliera lastimada pero ella no podía hacer nada, solo le advertía y dejaba que lo demás pasara por cuenta propia; no porque no la quisiera, sino porque sabía que la joven pronto se iría a estudiar lejos donde no podría cuidarla y quería saber si sería capaz de enfrentar las cosas por ella misma. Pero esa preocupación iba en incremento al ver las malas influencias visibles en su sobrina que planteaba día a día la idea de ir a estudiar junta a esas ‘amigas’, las había invitado en varias ocasiones a su casa y de allí su tía se dio cuenta de que debía intervenir viendo que tal vez su sobrina saliera mas herida de lo que había estado de niña; se le advirtió nuevamente aunque esta lo interpreto de otra manera, como si quisiese privarle de tener amistades cuando era todo lo contrario. No obstante, apenas basto una salida de noche a una fiesta para caer en la cuenta, para descubrir la crueldad que la gente podría llegar a tener. Al llegar a la misma, se sentía emocionada y un tanto avergonzada por la vestimenta que vestía su cuerpo apenas cubriéndolo, un vestido negro de satén negro que realzaba delineando las curvas de su cintura. No se daba cuenta pero robaba varias mirada hasta de las mismas chicas cuando ella pasaba frente a ellos, estaba acostumbrados a verla vestida de una manera más conservadora y esa nueva aparición parecía gustarle a varios, hasta el chico que le parecía lindo. El se le había acercado para hablarle, asistían juntos a la misma clase y parecía ser alguien encantador y bastante distinto a como era habitualmente en el colegio. A Victoria siempre le había llamado la atención y hasta en ocasiones llegaba a creer que eran iguales en ciertos sentidos. Una vez llego a confesarle a una de sus amigas que le parecía encantador y que tal vez le gustaba, aunque sea solo un poquito, pero esta solo le miro con recelo y le espeto que no soñara porque jamás podría ser cercana a él. Pero, lo estaba siendo, manteniendo una charla entre superficial y algo intima allí sentados en el sillón, se sorprendía ambos de ver la facilidad con la que hablaban diversos temas y reían satisfechos el uno con el otro, aunque no todas sentían lo mismo. Sin esperarlo, Victoria pronto sintió algo frio recorrerle por el cabello bajando por el cuello escurriéndose tanto por su espalda como su pecho y sintiendo la elides del hielo impactar primero con su cabeza y luego al piso. Se encogió de hombros levantando apenas las palmas de las manos sin saber que ocurría viendo la cara del chico que le acompañaba con una mezcla se sorpresa y algo de enojo al desviar la vista hacia su costado,Victoria prosiguió a seguirla y vio a una de las chica con las que se juntaba sostener un vaso y riendo. La humillación que sintió en ese momento era espantosa, tenía ganas de llorar o decirle algo pero guardo silencio levantándose como si nada hubiese pasado frente a quien le había agredido, la chica se hiso un paso atrás cubriéndose con las manos como atajando un próximo golpee y Victoria se dio cuenta de aquello”- No soy de tu misma calumnia-“ le dijo con una sonrisa mientras alzaba las manos y tomaba su cabello para quitárselo de la cara y llevárselo hacia atrás al dar un paso hacia delante abriéndose paso entre todos los invitados para salir de aquella casa oyendo los insultos de la otra persona indignada por la indiferencia con la que había sido tratada, pero Victoria no se rebajaría a semejante nivel. Atino a llamar a su tía pidiéndole que la pasara a buscar y cuando llego, no pregunto nada al verla mojada por más que la joven lloraba bajo.
Desde allí aprendió lo que significaba las “Consecuencias”, aunque también aprendió la del “carácter” cuando se impuso haciéndose escuchar frente a los presente al otro día en su clase cuando las arpías se le acercaron para ‘disculparse’. Ahora no dejaría que se aprovecharan de ella nunca más, iba a imponerse de ser necesario, se había hartado de que le vivieran usando para la conveniencia propia de cada uno que se le acercaba; uno solo era la excepción y era su nuevo amigo, aquel al que dejo de ver como alguien a quien admiraba a lo lejos. Con el paso bastante lindo momentos, le invito a pasar las tardes en su casa cuando supo que le gustaba los espacios verdes, y parecía su tía ser una especie de cómplice que trataba a menudo ponerlos en situaciones un tanto vergonzosas pero en las que reían los tres sin parar. En esas cortas semanas no se separaban casi nunca, mientras ella pasaba su tiempo estudiando en la biblioteca para rendir la prueba de entrada a una academia en la que habían asistido la mayoría de sus parientes y en la cual para ir a estudiar veterinaria, él le hacía compañía sentándose en frente escuchando música con sus auriculares para no molestarla. Cuando la muchacha levantaba la vista mirándolo de reojo, sonreía internamente sintiendo por primera vez que la suerte le sonreía, o eso creyó hasta un día que al volver a su hogar se encontró con una presencia para ella casi olvidada, una entidad a la cual desconocía por el paso de los años. Al abrir la puerta y verla de espalda no la reconoció, su cabellos castaño como el suyo solo que este dejaba el delgado cuello al descubierto, la pálida piel con apenas alguna que otra línea en el rostro muestra del paso del tiempo visible ahora que se volvía a ella parándose al lado de la mesa tapándose la boca con una mano con ojos empañados. Victoria quedo petrificada en el lugar mirándola, a su madre, ahora que la reconocía y se daba cuenta de que venía acompañada por un hombre de rasgos faciales rigurosos e inflexibles. A pesar del abrazo fuerte que la mujer le daba, ella no sentía calidez alguna, estaba totalmente ida al escucharla pedir perdón y una vez más, solo sintió que esas palabras no eran del todo sinceras. Se sentó al lado de su tía junto a todos, había dos niños que jugaban alrededor de la mesa y una niña que lloraba para que la tomaran en brazos, al alzarla fue sentada en el regazo donde se quedo quieta mientras le secaban las lágrimas haciéndole cariños y ella reía risueñas por las cosquillas. Su madre la presento mientras le daba un fuerte abrazo y prosiguió con los otros niños. Los tres solo se llevaban un año, el más grande de 12 y la más chica de 10 años. La tutora de Victoria miraba el cómo observaba con ojos vacios a la más pequeña temiendo por lo que ella estuviese guardándose en su interior.
Que podía sentir en ese momento? Rabia, celos, enojó, tal vez… ganas de gritar, ganas de decir porque no había sido así con ella, ganas de retrucarle a su madre todo lo que No había hecho? Sería lo más lógico que cualquier persona haría, pero la lógica de Victoria era totalmente distinta a la de cualquier persona. En su pecho se mezclaban sentimientos de nostalgia de su niñez y los momentos felices, algo de melancolía con felicidad por aquella niña que ahora se paraba frente a ella y le tiraba de la camisa del colegio, estaba contenta por ella, no le deseaba absolutamente a nadie que pasara por lo que ella paso. Tomo de su muñeca la pulsera que la niña miraba con atención y se la regalo. Una sonrisa llena de satisfacción se formo en los rostros de ambas y vio como volvía corriendo a los brazos maternales para mostrar la nueva adquisición, un regalo de su hermanastra a la cual recién conocía y parecía querer. La mujer la miro a la niña y luego a Victoria sonriendo ampliamente”- Que bueno que te lleve bien, teníamos que no lo hicieras-“hiso una pausa al respirar y tomar la mano del marido sentado al costado derecho de la mujer que ahora se dirigía única y exclusivamente a ella. Antes había estado discutiendo con su hermana sobre sus estudios aunque en esos momentos estaba más concentrado en sus propios sentires sin prestarle atención al resto de las personas. Victoria no pudo evitar el enarcar una ceja ante lo que decía”- Porque no me llevaría bien?-“ pregunto y al parecer la tomaron como algo tan insignificante que ni se tomaron la molestia de contestarlo, o no querían hacerlo. Guardo silencio hasta cierto punto, cuando se empezó a tocar el tema de no ‘deseaban’ que fuera a la academia interrumpió la conversación de manera educada”- perdona, pero voy a ir a estudiar allí-“objeto en tono cordial a pesar de estar contradiciendo a su progenitora. Esta se le quedo mirando un corto tiempo antes de dar respuesta”-Vicky vine a buscarte y si vas a vivir bajo mi techo deberás adaptarte a las reglas, no puedes simpl…-“ “-Acaso dije algo que insinuara tal cosa? Como has dicho, si voy a vivir a tu casa debería hacerlo, pero como no sucederá, no hay nada que discutir sobre la educación que decida tomar-“apoyo los brazos sobre la mesa de tal forma que uno quedo paralelo a su pecho y el otro solo encimada el codo sobre la mesa como soporte que sostenía a su cabeza acunada en su mano. El silencio se prolongo un poco, casi eternos para las miradas que se cruzaban fugitivamente entre todos, apenas roto por las risas lejanas de los pequeños que jugaban en el jardín.”- Hija, su tu madre y harás lo que yo te diga-“levantaba la voz a medida que veía su hija inmóvil sin inmutarse en sus palabras y negar con la cabeza”- mi madre, es ella-“declaro alzando la mano derecha hacia su tía señalándola con el dedo índice. Esa mujer sonreía satisfactoriamente y orgullosa de su sobrina. “- No, ella es tu tía, mi hermana, yo soy tu madre y vine a buscarte para que vivamos juntas como corresponde!-“ Su verdadera madre comenzaba a levantar aun más la voz y la menor se irguió en la silla de golpee clavándole la mirada hasta que esta callo, solo entonces la joven prosiguió a hablar”- una madre es la que te cría, te agradezco que me hayas dado la vida pero nada más, lo hubieras pensado cuando tenía 6 años si querías que viviéramos juntas, has hecho y deshecho a tu gusto pero ahora no mama, esta vez no-“ negó con la cabeza levantándose con suavidad del asiento”- Pero pero…hija, quería lo mejor para vos…perdona…-“ en ello Victoria sintió algo de hipocresía por parte de su madre pero prefería ver a los niños jugando por la ventana antes que a ella.”-y tengo lo mejor-“apoyo la mano sobre el hombro de su madre del alma, quien la había brindado todo el amor incondicional que podía. La joven seguía mirando atreves del cristal sin suprimir una sonrisa amplia que dejaba a la vista sus dientes blancos al ver la niña imitando a una princesa al aparecer y sus hermanos ser sus caballeros”- Estoy, de verdad contenta de que ahora seas más feliz que antes…-“ comenzó a hablar nuevamente volteándose en dirección a su madre que desbordaba le lágrimas y caricias en la espalda de un brazo acogedor de su nuevo marido”- Solo te pido de que no le hagas pasar lo mismo que a mí, es lo único que te pido como tu hija…-“ termino sin dejar de sonreír al despedirse con una corta venia y retirarse a su habitación con sentimientos encontrados nuevamente. En ese día, aprendió la palabra de la “Madurez”.
Al cabo de dos días, se presento tal cual había dicho a rendir la prueba de ingreso, apenas tuvo que soportas 5 días de ansiedad hasta que llego la notificación de ‘Aprobación’. La inquietud de la ansiedad no la dejaba dormir, durante esos dos días previos antes de que se fuera de su hogar para comenzar una nueva etapa de su vida, la emoción y felicidad la llenaban de júbilo. Su padre venia, hacia un viaje para poder verla y llevarla a en su primer día. Iba a ser la primera vez después de años que lo volviera a ver, su madre también quería asistir así que decidieron quedar de acuerdo para viajar los tres juntos en el auto de ella hasta llegar al aeropuerto. Su tía no paraba de decirle que le escribiera, que se cuidara, le hacía listas interminables de cosas que podía tomar en ocasión que sintiera los más absurdos síntomas que uno se podía imaginar. Le armaba las maletas indicándole donde estaba cada cosa y la perseguía a todos lados diciéndole de los lugares favoritos de la academia cuando ella estaba allí. Aquello llenaba de ternura a Victoria que reía en más de una ocasiones al ver su tía roja de vergüenza cuando se daba cuenta que dé estaba hablando demasiado. Esos días fueron hermoso y pasaron volando, casi creía que hubiese sido ayer que había ido a dar la prueba.
Estaba fresco el ambiente, húmedo y con una neblina densa que apenas permitía verte la punta de la nariz, guardaban las ultimas cosas cuando ella se despedía con un gran abrazo y lagrimas de los ojos de su tutora antes de introducirse dentro de la cabina trasera del auto. Miro a sus padres delante, al volante a su padre y de copiloto a su madre, los tres sonreían y ella sintió que volvía a ser una familia, guardaría cada detalle de ese día, desde la canción que iban cantando hasta en el momento donde todo se vio envuelto de oscuridad y un ruido ensordecedor.
► Familiares:Padres, hermanos
► Prueba de Clan:
- The angel inside me:
- ○Una sonrisa esconde mas de lo que uno se pueda imaginar~
Algunas veces, las personas llegan a nuestras vidas y rápidamente nos damos cuenta de que esto pasa porque debe de ser así, para servir un propósito, para enseñar una lección, para descubrir quienes somos en realidad, para enseñarnos lo que deseamos alcanzar.
Tú no sabes quiénes son estas personas, pero cuando fijas tus ojos en ellas, sabes y comprendes que afectarán tu vida de una manera profunda.
Algunas veces te pasan cosas que parecen horribles, dolorosas e injustas, pero en realidad entiendes que si no superas estas cosas nunca habrías realizado tu potencial, tu fuerza, o el poder de tu corazón.
Todo pasa por una razón en la vida. Nada sucede por casualidad o por la suerte... Enfermedades, heridas, el amor, momentos perdidos de grandeza o de puras tonterías, todo ocurre para probar los límites de tu alma.
Sin estas pequeñas pruebas la vida sería como una carretera recién pavimentada, suave y lisa. Una carretera directa sin rumbo a ningún lugar, plana, cómoda y segura, más empañada y sin razón.
La gente que conoces afecta tu vida; las caídas y los triunfos que tú experimentas crean la persona que eres.
Inclusive se puede aprender de las malas experiencias.
Es más, quizás sean las más significativas en nuestras vidas.
Si alguien te hiere, te traiciona o rompe tu corazón, le das las gracias porque te ha enseñado la importancia de perdonar, de dar confianza y de tener más cuidado de a quien le abres tu corazón.
Si alguien te ama, ámalo tu también no porque él o ella te ame, sino porque te han enseñado a amar y a abrir tu corazón y tus ojos a las cosas pequeñas de la vida.
Haz que cada día cuente y aprecia cada momento, además de aprender de todo lo que puedas, porque quizás más adelante no tengas la oportunidad de aprender lo que tienes que aprender de este momento.
Entabla una conversación con gente con quien no hayas dialogado nunca, escúchalos y presta atención.
Permítete enamorarte, liberarte y poner tu vista en un lugar bien alto.
Mantén tu cabeza en alto porque tienes todo el derecho de hacerlo. Repítete a ti mismo que eres un individuo magnífico y créelo; si no crees en ti mismo nadie más lo hará tampoco.
Crea tu propia vida, encuéntrala y luego vívela... No olvides que Dios tiene un plan maravilloso para cada uno de nosotros, y debemos aprender a descubrirlo.
El cielo se presentaba gris, casi fúnebre invadido de nubes de color uniforme que atentaban con dejar caer las gotas de aguas formando la lluvia que no daría tregua a ninguno sin refugio. Miraba atreves del cristal empañado pasando la mano de vez en vez cuando ya no podía distinguir demasiado bien el exterior, tenía la espalda recostada sobre el asiento trasero, en su mano derecha tomaba el lomo de un ejemplar de hojas decoloradas, de ese color amarillento delatora de los años trascurridos del libro entreabierto apenas por un dedo que lo cruzaba sin permitir el cierre del mismo, como si no quisiese dejar cerrado a la maravillosa historia en la cual se concentraba la mayor parte del tiempo durante la trayectoria que iban recorriendo. Allí descansaba sobre el regazo de la joven sus manos encima del su saco en tono beige. Llevaba una vestimenta de lo más sencilla, de borsegos negros, calza negra combinada con una musculosa blanca y súper puesta de escote en “V” hasta el nacimiento de los pechos otra en un tono gris oscuro, para completar el atuendo, su infaltable gorro de fondo negro y finas rayas en rojo, blanco y gris. No iba a ningún lado si el, siempre decía que era de la suerte y al parecer lo era después de lo sucedido.
Llevaban ya una hora de viaje y aun faltaba por llegar, la hora feliz parecía haber pasado por lo que ahora ninguno hablaba y se limitaban a responder lo justo y lo necesario cuando se hacían preguntas para entablar alguna conversación, pero aquello representaba ser mas incomodo que el mismo silencio que pactaron, sin decir una palabra, como la mejor opción de viaje. Llegado el momento, la conversación fluyo de la nada entre los dos mayores, hablaban de su trabajo tocando apenas el tema de la vida más privada de cada uno, y tal como se sabía, su madre saco primero a luz el asunto como una nueva propuesta para entablar otro tipo de dialogo. Escuchando los indicios de la inminente pelea entre ellos, Victoria decidió colocarse los auriculares acallando sus voces intercambiándolas por canciones instrumentales y acordes de guitarras. La vista permanecía sobre las líneas de lectura, devorando oración por oración, párrafo por párrafo cada una de las letras que le iba abriendo un abanico de imagines con la historia cargada de euforia y sensaciones que cualquier relato sobre una guerra podría trasmitir. La música parecía alimentar mas su imaginación dejándola volar por los campos que describía el lugar, el ambiente era semejante al que le rodeaba a ella. En la historia llovía y los soldados luchaban a luz de los relámpagos gritando para hacerse escuchar por encima de ellos. Los gritos que ahora llenaban el auto en una pelea semejante. Afuera ya estaba oscureciendo, el sol se despedía oculto entre las nubes que iban tomando un color bordo y ahora descargaban impasibles el aguacero sobre la ruta, los vientos no daban tregua tampoco y Boa no tardo en empezar a sentir mareos por los movimientos del auto aunque no se lo retribuyo a ese hecho.
La historia seguía transcurriendo y la suya misma también, estaban llegando ambas al final compitiendo entre ellas para terminar primero antes de que la luz los cegara por competo y el relámpago los aturdiera con cada una de sus trágicos finales. Podía oír el acero crujir con los golpes, los desgarradores alaridos de quienes eran vencidos por la muerta debajo del mismo, sentía en sus pies el barro que la iba tragando cada vez mas ensuciándola por completo en la desesperación de querer liberarse. La sensación de ir cayendo la envolvió entre sus alas de pesimismo ante el vértigo que le provocaba. En su garganta el liquido se acumulada ahogándola a ella y a sus palabras, el hedor de la sangre impregnaba la atmosfera, su olor a hierro le provocaba mas nauseas y mareos, el frio envolvía su cuerpo, quemaba, le ardía mas que el fuego mismo pero esta elides pronto la iba adormeciendo, cada fibra de sus músculos, cada arteria, cada parte viva se iba congelando intacta en su forma actual bajo el efecto anestésico de la frialdad. Podía oír los latidos en sus oídos retumbando, al principio aceleradas como cuando uno corre una carrera, como si estuviese compitiendo contra alguien y ese alguien parecía ir ganándole, quería alcanzarla, pasarla tal vez, había algo que le decía que no la dejara ganar pero sus piernas comenzaban a no responderle y junto a ellas iban sosegando sus latidos cada vez más tranquilos, cada vez mas callados en el interior del pecho a un tibio y mojado.
Uno de los defectos de Victoria al hacer algo que la apasionaba era que se enfocaba de tal manera que parecía no ser humana, no sentía nada a su alrededor ni se sentía a ella misma. Era por ellos que todo lo sucedió lo había confundido con el final de la historia cuando en realidad lo que estaba llegando a su final era su propia vida. En el momento que el relámpago se vio, el trueno seguido fue de tal magnitud que asusto a cada miembro dentro del vehículo que se miraron asustados entre ellos largando risitas nerviosas, tal había sido la distracción que no se percataron de la nueva luz que ahora se acercaba, no era un relámpago, no esta vez y otro sonido se escucho pero no era un trueno. Demasiado tarde fue cuando el conductor del camión freno, ambos colisionaron, pero el colosal camión embistió de tal manera al otro vehículo que todo el capo se contrajo aplastando a los que estaba en frente dejándolos con una muerte inmediata. Por efecto de la velocidad, el auto perdió el control dando un giro antes de caer por pequeño precipicio rodando cuesta abajo. Las ventanas estallaban en miles de cristales dejando cortes e introduciéndose en el cuerpo de la joven sobreviviente aun. La cabina trasera con cada golpee se hacía mas y mas pequeña aplastándola. Uno de los movimientos brusco y sin que Victoria pudiera saber el cómo, la despidió por la luneta trasera hacia el exterior, aquel resto de ventanas que le desgarro prácticamente la vida. El auto término quedando boca abajo, una de las luces aun estaba prendida con una tenue luz sobre el cuerpo inerte de Victoria que comenzaba a ser rodeada por la sangre.
Ahora la luna alumbraba la trágica escena manchada de un brillante color carmesí escurriéndose de su ser, nutriendo la tierra con ella secando la fuente su vida. Así como la sangre se le escapaba, la sentía brotar en un torrente continuo desde su yugular adornada por una sonrisa retorcida carmesí en el cuello, también percibía como la luz de la moralidad se iba apagando con cada segundo transcurrido. Se le iba cerrando los parpados pesados por el cansancio, deseaba dormir, lanzarse en los brazos de Morfeo y soñar eternamente, pero el remordimiento acaparador no la dejaba ir, no le permitía darse por vencida, no quería que descansara, su avaricia quería que siguiera, que diera más que todo el sufrimiento y dolor llegando a convencerla de ello. Entreabría un poco los ojos mientras aun podía y con la garganta desgarrada “…por favor…” pidió en un primer y último acto de egoísmo mirando en dirección a sus padres donde solo uno de ellos, su madre, aun parecía tener vida. Sin embargo, estiro el brazo en dirección a ella y todo se torno oscuro y ya no pudo percibir mas nada.
Ese escuro abismo en el que se sumergía no era más que por leves segundo los cuales se recuperaba, como tantas veces antes había sucedido, de cada herida y aquella, por más grave que fuese, no era la excepción. Cada momento en su corta vida en el cual una herida atentaba con dejar una marca, no lo hacía y se curaba en su cuerpo de tal manera que nunca dejaba rastro, como si nunca hubiese existido. Un don con el que había nacido, aquel que explicaba el porqué jamás había sentido dolor o rencor en contra de sus progenitores, sobre todos a du madre, simplemente porque las heridas que habían sido talladas en su alma se habían curado de tal manera como si tan solo se hubiesen tratado de un simple raspón. Pero ahora, le invadía la desesperación al ver cómo, mientras ella volvía en si a su progenitora se le escapaba la vida.
Arrastraba su cuerpo entero sobre el barro, ensuciándose con este como lo hacía su conciencia “¿Por qué no los detuve? ¿Por qué nunca hago bien las cosas? ¿Por qué a todo lo que amo lo lastimo?” y siempre resonaba la misma voz con la misma respuesta “Porque no tienes permitido amar” , pero a esas alturas no le daba importancia, estaba desesperada por quitar a la única sobreviviente de las cercanías de las garras de la muerte que poco a poco la tomaban para arrastrarla hacia el juicio donde se podría en balanza lo bueno y malo que hubiese hecho en su vida. Aun así, aun de saber que lo que estaba por hacer era una grave falta, decidió ir en contra de aquel que le había otorgado su confianza e intento interferir en el destino de aquella dama intentando cambiarlo de alguna manera. Las manos se aferraban a su ropa como la mayor lo hacía a la vida y como pudo Victoria la saco de debajo del auto destruido que le había ocasionado heridas tan graves que dudaba de que si sería capaz de hacer algo. Observo con detenimiento el cuerpo flagelado que yacía frente a ella mientras esta juntaba la palma de las manos frotándolas entre si antes de posarlas sobre el pecho ajeno tomándolo como punto de partida para luego proseguir a otras aéreas. Cerró los ojos tratando de concentrarse sin poder lograrlo, algo andaba mal y era ella. El calor habitual que de sus palmas brotaba cuando intentaba curar a alguien ahora no se presentaba y se sentía débil, como si le estuviesen quitando energía y de hecho así lo era. Estaba siendo despojada de sus dones, lo sabía, lo aceptaba, pero no ahora, no cuando intentaba ayudar pero por más que hablara, por más que pidiera no era escuchada y fue cuando guardo silencio “Dijiste que los habías hecho a la semejanza de tu imagen y cuando nos los presentaste nos dijiste que lo amaramos…” sus palabras salían en un tono de voz tembloroso el cuan no reconocía como suyo pero confiaba en ellas mientras agachaba la cabeza hacia el centro del torso contrario que de a poco iba quedando sin vida”…dijiste que los cuidáramos y le enseñáramos todo lo que hoy saben, entonces te pido, permíteme ayudarla….” Las palabras resonaron en sus oídos sin temer a que aquella impertinencia de parte de ella fuese castigada después, lo que le preocupaba ahora, lo que invadía su mente, era la imagen de sus pequeños hermanos, sobre todo de la niña; una imagen de ellos solos.
“Por favor, entiende….quiero cumplir, no quiero sufrimiento para ellos” no sabía el porqué o a quien le hablaba, solo sentí la necesidad de hacerlo, como si una voluntad ajena a la suya le dictara lo que debía decir y hacer, lo que fue rindiendo sus frutos porque podía sentir la respiración ajena volverse más fuerte junto con los latidos del corazón y ella comenzaba a recomponerse pero sin poder curarlo más que lo justo para que viviese. Las manos se trasladaban rápidamente de una punta a la otra cuando sintió que se le devolvió, con restricciones, su antigua energía. La lluvia aun caí cuando no pudo hacer mas nada de lo que había hecho y no tuvo más que hacer, por lo que se fue acercando al rostro de su madre tomándolo por los laterales con ambas manos apoyando su frente en la de ella mirándola fijamente. “ No la olvides” y la cabeza de la mayor asintió en un último movimiento que pudiese recordar….
___________________________________♣_______________________________
Señorita Song, deje de soñar despierta y retírese de una vez- la dulce voz del viejo profesor de física la saco de las fantasías y recuerdos guardados bajo la llave de su conciencia que pocas veces le deba el permiso de verlas por el mero hecho de que se perdía en ellas y no volvía mas, como en ese momento, y se perdía de las clases de más de una asignatura.- Perdone profesor, no era mi intención- se disculpo erguiéndose del asiento para hacer una respetuosa venia en forma de disculpa hacia el mayor que se retiraba sonriéndole sin decirle nada despidiéndose con la mano. Una vez más en el silencio de la soledad, volteo hacia la ventana más próxima para ver atreves de él las nubes grises, esos días donde era más fácil encontrarla perdida en su mente en cualquier otro lugar, esos días que le recordaba el precio que debió haber pagado por el amor que sentía hacia sus hermanos, en especial a una. Sin esperarlo, se dio cuenta que seguía con la mirada a una pareja que iban tomados de las manos y no pudo evitar elevar la suya mirándola detenidamente- ¿Me pregunto….que se sentirá?- era lo único que podía hacer, preguntarse y nada más. Sin perder más tiempo, se despojo de aquellos pensamientos tomando su bolso para recolectar todo y salir del salón con la más amplia de la sonrisas, esa que era un gran contraste que nunca dejaría ver en la imaginación de nadie que algo así le hubiese podido pasar a ella y mucho menos lo que ella era.
Otros Datos
► Pertenencias: Una pulsera a juego con la que le había regalado a su hermana. Su mascota Eloy
► BSO:
► Datos extra:Tiene una particular atracción por querer sacarle una sonrisa a todos por lo que no es de extrañar que se presente ante ti si estas deprimido.
- Pulseras:
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► BSO:
- ~♠~:
► Datos extra:Tiene una particular atracción por querer sacarle una sonrisa a todos por lo que no es de extrañar que se presente ante ti si estas deprimido.
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Sealiah [Victoria]- Ángel
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Fecha de inscripción : 22/11/2012
Re: [Ángel] Song Victoria
PRUEBA EN CURSO
EJÉRCITO CELESTIAL
Has recibido el llamado por parte del líder de la triada
# Un hermano contactará contigo.
Gabrielle- Sub líder Ángel
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Fecha de inscripción : 19/10/2012
Edad : 35
Localización : Whatever.
Humor : Sí, por favor.
Re: [Ángel] Song Victoria
¡FICHA APROBADA!
BIENVENIDO AL CLAN ÁNGEL
# Registrar tu nombre angélico en el apartado correspondiente.
# Pasar por el [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo].
Gabrielle- Sub líder Ángel
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